Directrices sobre la obesidad
Es posible que tenga que trabajar con un equipo de profesionales de la salud -incluido un dietista, un asesor conductual o un especialista en obesidad- para ayudarle a entender y a realizar cambios en sus hábitos alimentarios y de actividad.
El objetivo inicial del tratamiento suele ser una modesta pérdida de peso: entre el 5% y el 10% de su peso total. Esto significa que si pesa 91 kilos, sólo tendrá que perder entre 4,5 y 9 kilos para que su salud empiece a mejorar. Sin embargo, cuanto más peso pierda, mayores serán los beneficios.
Todos los programas de pérdida de peso requieren cambios en los hábitos alimentarios y un aumento de la actividad física. Los métodos de tratamiento adecuados para usted dependen de la gravedad de su obesidad, de su salud general y de su voluntad de participar en el plan de pérdida de peso.
Cambios en la dietaReducir las calorías y practicar hábitos alimentarios más saludables es vital para superar la obesidad. Aunque al principio se pierda peso rápidamente, la pérdida de peso constante a largo plazo se considera la forma más segura de perder peso y la mejor manera de mantenerlo de forma permanente.
Sitio web sobre la obesidad
Para determinar si alguien tiene obesidad, los investigadores suelen utilizar una medida conocida como índice de masa corporal (IMC). El IMC se calcula dividiendo el peso de una persona (en kilogramos) por su altura (en metros) al cuadrado (comúnmente expresado como kg/m2). El IMC proporciona una medida más precisa de la obesidad que el peso por sí solo, y para la mayoría de las personas es un buen indicador (aunque imperfecto) de la grasa corporal.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) disponen de una calculadora de percentiles de IMC para niños y adolescentes. El sobrepeso y la obesidad para las personas menores de 20 años, cuyo IMC puede cambiar significativamente a medida que crecen, se basan en las tablas de crecimiento del IMC por edad de los CDC.
Las medidas que reflejan la distribución de la grasa corporal se utilizan a veces junto con el IMC como indicadores de la obesidad y de los riesgos de enfermedad. Estas medidas incluyen la circunferencia de la cintura, la relación cintura-cadera (la circunferencia de la cintura dividida por la circunferencia de la cadera), la relación cintura-altura y la distribución de la grasa medida por absorciometría de rayos X de doble energía (DXA o DEXA) o por imágenes con TAC o PET.
Afiliación a Easo
Al igual que en el resto del mundo, la obesidad en Omán ha aumentado y, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de la obesidad en 2008 y 2016 era del 20,9% y del 27%, respectivamente. Este estudio explora las estrategias actuales de los médicos de atención primaria y el manejo de la obesidad, la actitud y las percepciones hacia la obesidad, las necesidades educativas y sus opiniones sobre el seguimiento a largo plazo.
Métodos: Se llevó a cabo un estudio transversal en el que se invitó a los médicos de familia en ejercicio de diferentes provincias a participar en una encuesta basada en un cuestionario en línea. Se invitó a los participantes por correo electrónico y las respuestas se mantuvieron anónimas. Las respuestas se recogieron durante tres semanas en abril de 2019 y solo las respuestas que cumplían los criterios de inclusión se analizaron con SPSS v22.
Resultados: 77 respuestas completas cumplieron los criterios de inclusión y las mujeres fueron la mayoría (67,5%). La mitad de los participantes tenían menos de 10 años de experiencia. El peso y el IMC fueron registrados de forma rutinaria por dos tercios de los participantes, mientras que la relación cintura-cadera sólo fue registrada por el 12%. El 5,2% recetó medicamentos para reducir el peso y el 24% remitió a un paciente obeso a un centro bariátrico. El principal obstáculo para el tratamiento de la obesidad y la derivación fue la falta de centros especializados en obesidad, seguida de la brevedad de los tiempos de consulta. El mecanismo fisiopatológico de la obesidad y las hormonas relacionadas sólo era conocido por el 40,8%. Casi todos los participantes estuvieron de acuerdo en que la formación formal sobre el tratamiento de la obesidad debería integrarse como parte de la formación de los residentes.
Grupo de obesidad
Este artículo presenta estadísticas sobre la proporción de la población con sobrepeso u obesidad en la Unión Europea (UE), así como en Noruega, Serbia y Turquía. Los problemas de peso y la obesidad están aumentando a un ritmo rápido en la mayoría de los Estados miembros de la UE, y se estima que el 52,7 % de la población adulta (mayor de 18 años) de la UE tendrá sobrepeso en 2019.
La obesidad es un grave problema de salud pública, ya que aumenta significativamente el riesgo de enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2, la hipertensión, las cardiopatías coronarias y determinados cánceres. En el caso de personas concretas, la obesidad puede estar relacionada además con una amplia gama de problemas psicológicos. Para el conjunto de la sociedad, tiene importantes costes directos e indirectos que suponen una considerable presión sobre los recursos sanitarios y sociales.
Los datos de este artículo proceden de la tercera ronda de la Encuesta Europea de Salud (EHIS) que se realizó entre 2018 y 2020 y que abarcó a personas de 15 años o más. Estos datos indican que existen diferencias sustanciales en la UE en lo que respecta a la proporción de adultos con sobrepeso u obesidad en función del género y el entorno socioeconómico.