Instituto nacional de las mujeres argentina

Gabinete de Argentina

Objetivos principales de la medida: El objetivo general es promover y fomentar las condiciones que permitan la no discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros, el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres y su participación equitativa en la vida política, cultural, económica y social del país.

Característica principal de la medida: Este Instituto considera a todas las mujeres mexicanas y extranjeras, que se encuentren en el territorio nacional y a las mexicanas en el extranjero, que puedan participar en los programas, servicios y actividades como sujetos de los derechos que garantiza.

Resultados esperados con la implementación de la medida: En el periodo de 2013 a 2015, el INMUJERES trabajó en el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra las Mujeres, PROIGUALDAD, cuyo objetivo es lograr la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, en un marco de estricto respeto a los derechos humanos de las mujeres y niñas.

México | Programa de Desarrollo Cultural Municipal»; «Programas Regionales de Desarrollo Cultural Municipal»; y «Programa para el Desarrollo Integral de las Culturas de los Pueblos y Comunidades Indígenas (PRODICI)»

Argentina Ministerio de Hacienda

«El origen del 8 de marzo se enmarca en un contexto histórico determinado por grandes desigualdades de género, que si bien han disminuido, aún persisten y se reproducen de manera estructural en nuestras sociedades. Es un día en el que se recuerda la lucha de las mujeres por la desigualdad, el reconocimiento, el ejercicio de los derechos, con la plena conciencia de que, a pesar de los avances y logros, aún no hemos alcanzado niveles sustanciales de igualdad de género», dijo Squeff al inicio de su conferencia.

Durante su conferencia, Squeff comentó el papel y las prioridades de ONU Mujeres para 2022, que, desde su fundación en 2010, trabaja para mejorar las condiciones de vida de las mujeres y satisfacer sus necesidades. Según la embajadora, la agencia apoya a los estados miembros de las Naciones Unidas en el establecimiento de normas internacionales para lograr la desigualdad de género, además de trabajar con los gobiernos y la sociedad civil en la creación de leyes, políticas y programas que beneficien a las mujeres y niñas de todo el mundo.

Argentina

Desde la general Juana Azurduy de Padilla, líder militar de las guerras de independencia latinoamericanas, hasta Cristina Fernández de Kirchner, la primera mujer elegida y reelegida democráticamente para la presidencia, y María Eugenia Vidal, la primera mujer gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Argentina cuenta con un impresionante historial de liderazgo femenino en todo el espectro político. El país ocupa el segundo lugar en Sudamérica y el 17º en el mundo en cuanto al porcentaje de mujeres en el parlamento, superando a países de la OCDE como Bélgica, Dinamarca y los Países Bajos. Aun así, el Informe Global de la Brecha de Género 2017 del Foro Económico Mundial, una evaluación mundial de la igualdad de género, encontró espacio para que Argentina garantice la igualdad de condiciones para hombres y mujeres en el segundo país más grande de la tercera economía de América Latina.

A lo largo de su presidencia del G20, que concluyó en diciembre de 2018, Argentina se comprometió a «impulsar el empoderamiento de las mujeres, [eliminar] las disparidades de género en el empleo, la ciencia, la tecnología y la educación, y [proteger] de todas las formas de violencia de género.» Una parte de esta estrategia es un movimiento audaz en la dirección de la paridad política de género. Desde la aprobación de la primera ley de paridad electoral del mundo en 1991, Argentina ha sido pionera en el aumento del número de candidatas en las papeletas nacionales. Una ambiciosa actualización de esta ley, aprobada en 2017 y que está previsto que entre en vigor durante las elecciones generales de este octubre, aumentará las cuotas de candidaturas femeninas en los partidos del 33 al 50%. Esto seguramente creará un efecto dominó en toda la región a medida que los responsables políticos argentinos se orienten más hacia las cuestiones familiares, la violencia de género, las diferencias salariales y otros temas de importancia histórica para las mujeres.

Ministerio de las mujeres, géneros y diversidad

Han pasado 27 años desde la creación del Consejo Nacional de la Mujer, que desde 2017 funciona bajo el nombre de Instituto Nacional de la Mujer (INAM). Nació el 7 de agosto de 1992 con el objetivo de concretar el compromiso asumido en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW).

En el año electoral en el que nos encontramos y a pocos días de las PASO, es una buena oportunidad para preguntarse por la eficacia de este organismo en los últimos años y por los retos que tendrá la próxima administración en materia de políticas públicas de género.

La propuesta del Consejo Nacional de la Mujer, primer organismo jerárquico del país y segundo de la región (el de Brasil fue pionero y tomado como modelo), fue diseñada por un grupo de mujeres militantes e intelectuales feministas, entre ellas la socióloga Virginia Fraganillo, quien fue su primera presidenta. Con un titular elegido por el propio movimiento de mujeres, el panorama del naciente organismo parecía prometedor dado el compromiso de sus autoridades con la causa feminista.

Teo Santillán

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