Instituto para las mujeres en la migración

Las mujeres y la migración forzada

La emigración es un fenómeno de larga data en Túnez[1]. De una población de diez millones de habitantes, una media de 30.000 tunecinos – principalmente jóvenes – emigran cada año. Los principales motivos de su marcha son el bajo nivel de vida, el desempleo y la falta de oportunidades laborales. Aunque tradicionalmente la emigración había sido un fenómeno exclusivamente masculino, en los últimos años la emigración femenina es cada vez más importante. No obstante, existen diferencias cuantitativas y cualitativas entre los emigrantes masculinos y femeninos.

Los resultados de la Encuesta sobre la Juventud en Túnez (1996, 2000 y 2005) muestran que ambos sexos tienen intención de abandonar el país y vivir en otro lugar[2]. Además, los resultados de 2005 muestran que no hay diferencias significativas entre ambos sexos en cuanto a las intenciones de migración internacional. Sin embargo, las estadísticas sobre migración internacional muestran que el nivel de migración de las mujeres jóvenes es muy bajo, no sólo en comparación con la migración masculina, sino también con el nivel de su deseo de migrar. Además, aunque las mujeres son más propensas a marcharse que sus homólogos masculinos, su participación en la migración económica sigue siendo relativamente limitada. La migración femenina tiene lugar en gran medida para llevar a cabo la reagrupación familiar y el matrimonio, mientras que la masculina se produce principalmente para asegurar el empleo o mejorar las condiciones de vida.

Discurso de introducción y debate | Instituto Radcliffe

Los motivos y las consecuencias de la movilidad humana están condicionados por diversos factores, como las normas consuetudinarias basadas en las expectativas de género, la etnia, la raza, la edad y la clase social. Entre ellos, puede afirmarse que el género es lo que más influye en las experiencias migratorias de hombres, mujeres, niños, niñas y personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI). Por lo tanto, incluir las consideraciones de género en la elaboración de políticas y la planificación puede contribuir al empoderamiento social y económico de las personas y promover la igualdad de género; dejar de lado estas consideraciones puede exponerlas a más riesgos y vulnerabilidades y perpetuar o exacerbar las desigualdades.

El Pacto Mundial para la Migración y la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes piden que se desglosen más datos sobre migración por sexo y edad. Reconocen que los datos desglosados por sexo permiten identificar y analizar las vulnerabilidades y capacidades específicas de las mujeres y los hombres, revelando las brechas y desigualdades. Estos datos también permiten analizar cómo las normas de género pueden influir en las experiencias de las mujeres y los hombres en los procesos migratorios y, a su vez, cómo sus experiencias pueden cambiar las normas de género. Si bien es importante tener en cuenta las experiencias de las mujeres y las niñas, que a veces se han pasado por alto, es igualmente importante considerar también las experiencias de los hombres, los niños y las personas LGBTI, que también están expuestos a formas de violencia de género o a vulnerabilidades durante los diferentes procesos migratorios.

Género y migración

1La principal preocupación de esta presentación es que, aunque la feminización general de la migración internacional está aumentando, es probable que también aumente la vulnerabilidad de las mujeres migrantes a la discriminación, la explotación y el abuso. Por lo tanto, hay que debatir qué se puede hacer para mejorar la protección y aliviar la discriminación.

4Muchos consideran que la migración internacional es un fenómeno transitorio que responde a la escasez y el exceso de mano de obra temporales. Sin embargo, hay pruebas fehacientes de que, aunque esta forma de movimiento de la población cambia constantemente en cuanto a su naturaleza, escala y composición, es de hecho una característica estructural importante y duradera de las economías de muchos países del mundo.

5Según la División de Población de la ONU en 2002 se ha producido un crecimiento constante de la migración, estimándose que hoy en día hay 175 millones de migrantes. Además, el 60% de esos migrantes viven en regiones más desarrolladas y el 40% en regiones menos desarrolladas. Casi una de cada diez personas que viven en un país más desarrollado es un emigrante. En cambio, casi una de cada 70 personas en los países en desarrollo es un emigrante. Sin embargo, si examinamos más de cerca algunos países específicos como la región del Golfo Árabe, encontramos que la mano de obra migrante constituye el 60% de la población en Bahrein, el 91% en los Emiratos Árabes Unidos, el 80% en Kuwait y el 90% en Qatar.

El género de la migración internacional | Instituto Radcliffe

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«…el resultado de un apasionante proyecto de historia oral… este rico volumen editado ofrece una mirada convincente a los significados de la feminización de la migración intraeuropea… Uno de los principales puntos fuertes del volumen es su eficaz enfoque de la recopilación y transmisión de historias orales». – Historia oral

La Parte I es una exploración en gran medida conceptual de la subjetividad, la movilidad y el género en Europa. Los capítulos de la Parte II se centran en el amor, el trabajo, el hogar, la comunicación y la comida, temas que surgieron de los relatos de las mujeres migrantes. En la Parte III, basada en las entrevistas con mujeres «nativas» -empleadoras, amigas o en asociaciones relevantes para las mujeres migrantes-, los capítulos analizan sus representaciones de las migrantes, y el libro pasa a explorar formas de intersubjetividad entre mujeres europeas de diferentes orígenes culturales. Una de las principales contribuciones de este libro es considerar cómo el movimiento de personas a través de Europa está cambiando el paisaje cultural y social, con implicaciones en la forma en que pensamos sobre lo que significa Europa.

Teo Santillán

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